Beautiful disaster
Tenía las ojeras más bonitas del mundo. El insomnio le provocaba maravillas en la piel. Todo el universo estaba comprimido debajo de aquellos ojos sin color y sin vida. No podía evitar pensar en la oscuridad de la noche cuando me fijaba en aquellos imperfectos trazos. Incapaces de ser igualados por ningún pintor. Tenía más inseguridades de las que jamás seréis capaces de contar. Pero me encantaban cada una de ellas. Me encantaba la manera en la que temblaba su labio inferior cuando lloraba. Como se le hinchaban los ojos al dejar que toda la tristeza y la alegría se expresasen por ellos. El pozo sin fondo en el que se convertía su mirada al perderse en alguna esquina de la pared. La sonrisa que se le escapaba al darse cuenta de que había soltado una estupidez. Convertía las lágrimas en algo maravilloso.
Sí.
Me hacía creer que existían los desastres maravillosos.
Sí.
Me hacía creer que existían los desastres maravillosos.
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